Un referente turístico y cultural

La Real Colegiata de San Isidoro de León es uno de los conjuntos románicos más importantes de Europa que supera los mil años de historia. Desde su nacimiento en el siglo X, como monasterio femenino en el cual serían acogidas mujeres de la familia real, hasta la actualidad en que San Isidoro y su Museo se han convertido en un referente turístico y cultural para la ciudad de León.

En tan dilatada vida, la Real Colegiata ha pasado por momentos de esplendor, entre los que cabe destacar, el traslado de los restos de San Isidoro desde Sevilla hasta León en el año 1063.

La construcción del Panteón Real por los reyes, Fernando I y doña Sancha, a mediados del siglo XI. O la realización de la decoración mural encargada por su hija doña Urraca, que le ha valido el título de Capilla Sixtina del Románico.

También en la Edad Media el monasterio tendría un importante scriptorium donde se copiarían parte de los códices que hoy conservamos.

Entre los siglos XV y XVIII se ampliarán el claustro y los espacios monásticos, construyéndose una importante biblioteca.

La época de mayor esplendor

En tan dilatada vida, la Real Colegiata ha pasado por momentos de esplendor, entre los que cabe destacar, el traslado de los restos de San Isidoro desde Sevilla hasta León en el año 1063.

La construcción del Panteón Real por los reyes, Fernando I y doña Sancha, a mediados del siglo XI. O la realización de la decoración mural encargada por su hija doña Urraca, que le ha valido el título de Capilla Sixtina del Románico.

También en la Edad Media el monasterio tendría un importante scriptorium donde se copiarían parte de los códices que hoy conservamos.

Entre los siglos XV y XVIII se ampliarán el claustro y los espacios monásticos, construyéndose una importante biblioteca.

Un cuartel para napoleón

Pero, como parece inevitable, también ha sufrido períodos de grandes infortunios.

Entre los que despunta la invasión napoleónica (1808-1812) y las terribles consecuencias que la misma trae consigo cuando además de los saqueos que llevan a cabo, convierten este edificio en cuartel para sus tropas y algunas de sus capillas funerarias incluyendo el Panteón Real, en establos para sus caballos.

Un importante legado

A pesar de estos avatares de la historia, gracias al cuidado de los canónigos que desde siempre habitaron esta Colegiata, se ha podido conservar un importante legado histórico-artístico, arquitectónico y bibliográfico que ha llegado hasta nuestros días y hoy puede ser disfrutado por nuestros visitantes.